sábado, 6 de febrero de 2016

EXPOSICIÓN: LA VIDA EN LA PINTURA RUSA DEL SIGLO XX. Colección Dolores Tomás. Fundación Surikov


“La vida en la pintura rusa del siglo XX. Colección Dolores Tomás. Fundación Surikov” es una de las exposiciones más interesantes que han llegado a Valladolid en los últimos años, si bien las exposiciones de la Sala Municipal de Exposiciones de la Pasión suele contar con excelentes muestras, no hace falta recordar la de La Belleza del Modernismo, la de la Galería Lelong, etc… La muestra está siendo un rotundo éxito ya que en apenas 15 días han desfilado por el interior de la otrora iglesia penitencial de Nuestra Señora de la Pasión más de 7.000 personas. Sin duda ese éxito se basará en que se trata de una exposición muy novedosa puesto que por estos lares apenas conocemos nada de la pintura rusa, y menos de la denominada como “Realismo Socialista”. A ello habríamos de sumar la calidad de muchas de las pinturas así como el hecho de que los óleos se vean complementados por la presencia de otros objetos populares rusos como son los huevos con escenas religiosas y las cajitas decoradas. La exposición se mantendrá abierta hasta el día 28 de febrero. A continuación hablaremos, tomando las palabras de Dolores Tomás, la comisaria de la exposición, tanto de la muestra exhibida como de la Fundación Surikov, que es la institución que cede las obras para el goce y disfrute de todos los visitantes:

Para comprender la pintura rusa y su historia es importante tener en cuenta la evolución de occidente y la de Rusia. Antes de la primera guerra mundial los artistas rusos viajaban constantemente mostrando un apetito voraz por las innovaciones del cubismo parisino, el futurismo italiano y el expresionismo practicado en Múnich y Berlín. Pero también iban a la busca de sus propias raíces culturas; y la idea de un arte independiente con respecto a occidente comenzaba a despuntar. El deseo de regresar a su punto de partida de formas primitivas (al icono), pues en ellas se encuentran una percepción de la vida que resulta más penetrante y directa, les lleva a crear la escuela nacional “El Renacimiento de la pintura rusa”.
Los pintores más renombrados de la vanguardia rusa fueron: Kandinsky, Chagall, Goncharova, Larionov, Malévich, Popova, Rodchenko, Stepanova, etc. Todos ellos se encuentran frente al problema de la búsqueda de un equilibrio entre las innovaciones occidentales y sus propias raíces; pero fueron Larionov y Goncharova los que hicieron frente a este dilema con una eficacia y creatividad notables por su profundo conocimiento de ambos campos. En la primavera de 1912 y con la Exposición Neoprimitivista “La cola del asno” la parcela de la pintura rusa queda perfectamente delimitada y su importancia reconocida. En 1915 Malévich da un paso dramático y expone 39 obras, completamente abstractas, con planos de color parejos, anunciando: “Me he transformado en el cero de la forma, y emerjo de la nada a la creación, al Suprematismo, al nuevo realismo de la pintura, a la creación No Objetiva”.

ALEKSEY BUTOV. Koljos (granja colectiva) (1965)
VLADIMIR ZAKHARKIN. Autorretrato (1947)
VADIM VELICHKO. Hermanas (1995)
VADIM VELICHKO. Retrato de una pintora
Lejos del torbellino artístico que tiene lugar en Centroeuropa, se desarrolla otro de carácter social en Rusia: la Revolución de 1917, que marcará un antes y un después en su mundo artístico. A partir de 1921, determinados artistas significados se aprestan a denunciar el arte no figurativo como decadente, complaciente e inútil. Incluso Tarabokin y Gan se atreven a pronunciar: “El arte ha muerto”. Todos los grupos artísticos quedan desmantelados y reemplazados por la monolítica Unión de Artistas (1923). Los creadores se encontraron enfrentados a una institución poderosa que respondía eficazmente a las exigencias ideológicas, ejerciendo el control sobre todo el contexto de la vida artística. El estado se había convertido en el único mecenas, organizador y árbitro en materia de arte; y nace el Realismo Socialista, que significaba el retorno a técnicas propias del siglo XI, para dar forma a un instrumento didáctico, persuasivo y altamente inteligible para el pueblo, y a él quieren mostrarle la magnitud de sus puertos, fábricas, la grandiosidad de sus campos y cosechas, así como los logros de la Revolución y sus héroes.

VLADIMIR STROEV. El autobús (1985)
ALEKSEY POTAPOV. Una mujer a la mesa (1940)
KEROP SOGOMONYAN. Apunte "Durmiendo" (1995)
Pero el magma de la creatividad y la inquietud no ha muerto en sus artistas y, paralelo a este movimiento del arte socialista, va naciendo otro sumergido en el que la pintura comienza a ser un auténtico relato del diario de sus vidas, reflejando los paisajes de su extenso territorio, las costumbres, laboriosidad y cultura de sus gentes, así como sus escenas de familia.
La exposición es una muestra de la magnífica colección de la Fundación Surikov, reunida por Dolores Tomás durante largos año, la cual ha recorrido miles de kilómetros para conseguir magníficas piezas de arte ruso gestado a partir de 1917, visión que se cierra con obras de la última década del pasado siglo XX. La amplitud del fondo atesorado permite crear grandes bloques temáticos con carácter propio que se complementen entre ellos, dando lugar a una completa visión plástica sobre la realidad rusa del momento: el bello paisaje ruso, sus costumbres y sus gentes, la realidad social surgida de las transformaciones sociopolíticas, etc...

PETR LITVINSKY. Plaza Roja (Torre Spasskaya) (1989)
PETR LITVINSKY. Plaza Roja (San Basilio) (1989)
ANDREY PODSHIVALOV. Un día de invierno
La Fundación Surikov es una entidad sin ánimo de lucro cuyo objetivo es difundir la cultura y el arte ruso, y más concretamente la pintura rusa y soviética del siglo XX. La promoción de este período del arte ruso, aún insuficientemente conocido, ha sido la misión de Dolores Tomás durante los últimos 20 años, y la Fundación representa el instrumento más adecuado y efectivo en orden a alcanzar este objetivo. La Fundación está comprometida a contribuir a que las generaciones de magníficos pintores que trabajaron en la opacidad de la extinta Unión Soviética alcancen el reconocimiento y la posición en la historia del arte que merecen. En total, atesora cerca de 4.000 pinturas que representan la reciente historia de Rusia y la Unión Soviética, sus costumbres, paisajes y realidades. En tal cantidad de obras pictóricas están representados 180 pintores, muchos de los cuales fueron maestros de las más importantes escuelas en Moscú, San Petersburgo, Volgogrado, Nizhni-Nóvgorod, Yoshkar Ola, Samara, Tula, Astrakan y Asia central. Estos artistas poseen gran delicadeza, y tienen voz propia en sus trabajos, cercanos a los lenguajes universales del arte occidental pero con rasgos y vinculaciones orientalizantes tan característicos a ese gran país a caballo entre Oriente y Occidente.

ALEKSANDR DANILICHEV. Día de sol (1958)
ABRAM KHARKOVSKY. 1º Septiembre. Inicio del curso escolar (1956)
VALERY SKURIDIN. Lenin en Káshino (1949)
Muchos de estos artistas fueron reconocidos con las más altas distinciones por el Estado y por la Academia Rusa de las Artes con títulos tales como Artista Honorífico o Pintor del Pueblo de la URSS, o más recientemente de la Federación Rusa, junto con otros reconocimientos de las distintas repúblicas que constituían la URSSS, y sus respectivas Academias. Algunos de estos artistas tuvieron que mantener la mayor parte de su trabajo en la sombra debido a circunstancias históricas. En sus obras permanecen leales a las tradiciones de la Escuela de Pintura Figurativa Rusa. En la Colección podemos encontrar géneros tales como naturaleza, retrato, costumbrismo y pintura de género, paisaje y realismo socialista.
La Colección cubre un periodo comprendido entre los años 1911-2003. Hay un menor número de obras pintadas entorno a la Revolución Rusa o en el periodo entre guerras, pero éstas son de gran valor. A partir de 1945 el número de obras se incrementa sustancialmente, formando un magnífico conjunto de pinturas de la segunda mitad del siglo XX. A finales del siglo, los trabajos de madurez de la mayoría de los artistas, se funden con la obra de sus herederos naturales. Hoy, estos artistas más jóvenes son representantes esenciales de la actual escena de la pintura realista rusa.

OLEG LEONOV. El armonista (1998)
VLADIMIR STROEV. Un día de sol (1976)
ALEKSANDR DANILICHEV. Lenin (1949)
En el año 2000, cerca de 200 obras fueron seleccionadas de entre aquellas que constituyen la Colección. Esta selección fue presentada por el Ministerio de Cultura de España en una exposición de tres meses en el antiguo Museo de Arte Contemporáneo de Madrid bajo el nombre “Rusia siglo XX”. El objetivo de esta selección era, y es, dar a conocer la vida diaria de la Rusia del siglo XX y hacer visible el excelente trabajo de estos maravillosos artistas.  Rusia siglo XX es, así mismo, un homenaje a todos ellos y que, debido a circunstancias sociopolíticas o históricas, trabajaron en la intimidad durante un periodo esencial de sus carreras. Desde aquel momento, esta muestra de la Colección ha sido exitosamente expuesta en 17 museos, palacios y espacios expositivos en España, bajo el nombre “Rusia siglo XX / Rusia SXX”. Adicionalmente a las pinturas, las exposiciones presentan interesantes piezas del arte popular ruso, como son los iconos religiosos, los huevos pintados o las cajas lacadas.

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