jueves, 22 de octubre de 2015

EXPOSICIÓN: "CUARENTA" de Ángel Membiela


Cuando me enteré de la existencia de la presente exposición me llevé una grata alegría puesto que Ángel Membiela es uno de mis escultores favoritos. Sin lugar a dudas eso se deberá a mi coincidencia diaria con su escultura Arlequín durante la hora del recreo que pasé todos los días durante los 12 años que estudié en el Colegio de San Juan Bautista de la Salle. Todos los días al salir al referido recreo la gente solía juntarse allí, y solían hacerle perrerías como pegarle chicles o meterle cigarrillos ya apurados en la boca. No fueron pocos los días que se lo retiré, nunca he entendido el vandalismo con las obras de arte, es de gente poco civilizada. Sería pues, entonces, que el nombre del escultor se me quedó grabado. Años después cuando me dio por ir fotografiando y catalogando todas las esculturas urbanas que poseía Valladolid, que no son pocas, comprobé que ese escultor, ese tal Membiela que me sonaba del Arlequín, poseía unas cuántas obras, algunas de las cuales me asombraron y gustaron a partes iguales; estoy hablando, por ejemplo, del Arlequín iluminado que se conserva en la Plaza de San Francisco, o del Levantador de pesas, que también veo casi diariamente pues se "interpone en mi paso" cuando voy a mi facultad, la de Filosofía y Letras. Pareciera como si la casualidad hubiera puesto al escultor en mi camino.
Otro día nos ocuparemos de sus esculturas públicas, que no son pocas: en Valladolid cuenta con unas cuántas, a las que hemos de sumar otras en La Cistérniga, Olmedo o Serrada. Hoy tan solo reseñaremos la exposición que se celebra durante todo este mes en la Sala de Exposiciones de la Diputación Provincial de Valladolid (Palacio de Pimentel).

Arlequín, en la calle Fray Luis de León
La exposición muestra las dos facetas del artista: la de pintor y la de escultor. En él podemos ver que utiliza materiales pocos comunes si tenemos en cuenta la tradición castellana; sin embargo, da igual el material usado puesto que lo modela a placer hasta conseguir lo que quiere. Tres obras dan una clara muestra de la categoría del artista, según mi parecer: su Autorretrato, en el cual en una obra de formato abstracto logra gran perfección y realismo en la captación de su rostro, en el cual vemos que ha obtenido un maravilloso juego de calidades: la piel parece que se puede sentir y tocar. La combinación de esa "máscara" realista emergiendo de un tronco “fantasioso” es ciertamente espectacular; Eclipse, en el que logra una perfecta combinación de juegos de luces y sombras, así como de unas formas caprichosas logradas a placer a pesar de la dureza del material utilizado, tampoco faltan los toques de color de lo que pienso que serán planetas o cráteres; y, finalmente, la obra más impresionante de la exposición: El Saltador, imagen de tamaño natural realizada en hierro cortado con láser. ¡Qué explicar de esta obra! Lo mejor que os puedo decir es que os acerquéis a contemplarla de cerca, es pura “virguería”. El trabajo ha debido de ser minucioso para lograr una escultura tan bien ensamblada y modelada: primero ha concebido la escultura, posteriormente la ha fragmentado en diferentes planos mediante el láser, para finalmente volver a reelaborarla mediante el ensamblaje. La escultura no puede por menos que recordar, por cuanto se trata de la misma técnica, a las imágenes realizadas por Ángel Ferrant (1891-1961) en su serie titulada "Estáticos y cambiantes".

Autorretrato
Eclipse
El Saltador
Para finalizar inserto un interesante texto –realizado por Vicente Cuéllar– que figura en el Catálogo de la Exposición, que os podéis descargar clicando aquí, en el cual el autor explica de manera abreviada lo que os encontrareis en la muestra:
“Nos muestra en esta exposición Ángel Membiela, una serie de esculturas y pinturas en el panorama de la escultura y pintura español contemporánea. Este artista autodidacta e intuitivo nos viene a significar diversas posibilidades, empleando para sus esculturas, casi siempre metálicas, diversos materiales: acero corten, bronce, latón, cobre, madera de boj, etc…, y que empleando formas vanguardistas consigue a veces cierto desconcierto del espectador con las formas, como ocurre con la obra “Doble espiral”, siendo algunas de sus esculturas tan coherentes, que pareciera que su trabajo hubiera sido programado tiempo atrás, pero siempre innovando.
En este breve estudio de la obra de Ángel, será necesario ese cauteloso a la hora de enjuiciar su obra, ya que muchos artistas no son proclives a que se les clasifique y sus valoraciones del arte, no se deben presentar de forma competitiva.
Aunque es posible que no haya tenido un maestro que le enseñara a circular por las veredas del arte, ha recorrido un largo camino hasta encontrarse a sí mismo, por su creatividad, creador de sugerencias, inquietudes siempre interesantes y por su imaginación sorprendente.
En cuanto a sus obras pictóricas, parece gozar al jugar con los colores, creando abismos que sólo él sabe lo que nos quiere comunicar; sin embargo, al observador realmente parece un puro sueño, cuando se contemplar por ejemplo El Tiempo XXV, El Tiempo III o Tiempo de Guerra.
Es Membiela muy riguroso al valorar la crítica de sus obras y él sigue trabajando sin tener en cuenta ni las modas ni ningún grupo”.
El Tiempo IV
El Tiempo XX
Espirales
El Tiempo XII y El Tiempo XIV
Crisol
Flamenco
Volcán
Maternidad
Toros de Guisando
El Arlequín
El Tiempo VII
Triángulo/s
Trastornado Miguel
El Tiempo I

Información de utilidad:
Sala de Exposiciones Palacio de Pimentel
Del 6 de octubre al 1 de noviembre de 2015
Calle Angustias, 44. Valladolid
Laborables de 12 a 14 h. y de 19 a 21 h. Lunes cerrado
Domingos y festivos de 12 a 14 h y de 19 a 21 h.
Visitas guiadas: Jueves, Viernes y Sábado a las 19:30 h.


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